Grupo Zeta, la-empresa-que-me-da-de-comer, está teniendo un fin de año convulso. Con el capítulo «Se Vende» abierto y lleno de incógnitas (ya veremos cómo se resuelve a principios de 2008), la compañía contempla ahora a la marcha de Óscar Becerra, director editorial de revistas, que abandona la sede del grupo en O’Donnell camino de prados más verdes (todavía no es público cuáles).

Como Mr. Becerra es, todavía, mi jefe, no queda bonito que diga demasiado sobre él. Sólo apunto que, en sus casi tres años en Zeta, ha renovado (en la medida en que renovar es posible en este grupo mercado) las publicaciones de la casa; que ha lanzado Cuore, una de las nuevas revistas de más éxito, en los últimos tiempos, del quiosco patrio; y que me contrató para el mundo de los directores de Arte, lo cual demuestra su buen criterio (más o menos).