logoscomochurros

Afrontémoslo, damas y caballeros. Hay en el mundo mucha gente que tiene –a la vez en el tiempo y el espacio– un ordenador y una misión en la vida: crear un logotipo para su tienda, consulta o pequeña empresa.

En la mayor parte de los casos, y ya es mala suerte, el Señor no llevó a estas gentes por los rectos senderos del diseño. Así, el mundo se está llenando de engendros gráficos, pequeñas marcas comerciales que a la vez me marean y me inspiran ternura. Ya-lo-sé: en el sector de las Pymes no todo empresario puede permitirse pagar un logotipo, y no todo gerente tiene a su disposición un primo segundo con un máster en artes gráficas.

Total, que Logos como churros («El lado oscuro de la imagen corporativa española») es al diseño gráfico lo que es La Parada de los Monstruos al cine de feriantes.  Más o menos como una orgía en pleno El Lado Salvaje del Diseño. Da miedín, pero es lo que hay.